domingo, 17 de mayo de 2009

La exclusión social y la Educación Superior en México

Opinión

Tesis Profesionales GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

La exclusión social y la Educación Superior en México

Nancy Mena Silva se sumó al Consejo General de Huelga 1999-2000 de la UNAM, como reacción ante los cambios que en los años finales del pasado siglo, el gobierno mexicano aplicaba en la educación pública. Para ella estaba claro que, al igual que miles de jóvenes, quedaría fuera de las instituciones de educación superior por una simple y contundente razón: su condición económica.

La dinámica del movimiento estudiantil la indujo a enterarse sobre las políticas educativas contemporáneas de México, descubrir el fenómeno más allá de los discursos de los actores y aclarar su propia participación personal, frecuentemente increpada en sus círculos sociales, debido a la confusión que provocaban los medios de comunicación.

Cuando se reanudaron las actividades en la UNAM, ella decidió continuar hurgando en el tema. Así, en nuevas condiciones, dio cause a su naciente compromiso personal y social como universitaria, por lo que dentro del Taller de Investigación Sociológica que cursó en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, lo asumió como proyecto de trabajo. Su interés intelectual y compromiso social se incrementaron, por lo que al finalizar la carrera de Sociología lo convirtió en materia de tesis. Estaba claro que el asunto le apasionaba y la inducía a un estudio más profundo. Para ese momento, una categoría guiaba su investigación; era la exclusión social y le permitiría un enfoque dialéctico, que iba más allá del enfoque determinista de la pobreza y sus remedios asistencialistas y caritativos.

Asumió la necesidad de abordarlo desde una perspectiva multidimensional, que encontró en el marxismo histórico, por lo que indagó las bases teóricas del neoliberalismo, la sociedad del conocimiento y sus repercusiones en las políticas educativas.

Explica en su tesis la joven socióloga que realizar una revisión del concepto de exclusión social fue un trabajo arduo, porque en México no había en ese momento suficientes estudios que relacionaran dialécticamente a la educación superior y la exclusión social.

Sin embargo, ella que se iniciaba, asumió esa tarea y haberlo logrado le satisface.

A fin de comprobar sus hipótesis sobre la exclusión social de los estudiantes de la UNAM, planeó una amplia consulta en anuarios, boletines y encuestas oficiales de las universidades e instituciones oficiales y comprobó que la función social de la educación cambia de acuerdo con los fines institucionales y la cultura dominante, que actualmente son acordes a la Economía del Conocimiento. Por eso, los fines de la educación se reducen a la rentabilidad económica, mediante la formación de recursos humanos y de innovación, provocando una mayor complejidad de la exclusión social en detrimento de la población.

En sus conclusiones, Mena Silva destaca que la búsqueda del plusvalor económico por medio de la educación, acarrea un cambio en la división social del trabajo, que lleva a una constante adaptación del profesionista, al promover una mayor hibridación de funciones en una sola persona. Sin embargo aunque el estudiante pueda adquirir tales habilidades, adaptándose y aprendiendo los códigos de la modernidad, su éxito profesional no depende de tal formación, sino de factores estructurales como el desempleo, las inequidades culturales e influencias, por lo que al no haber un aumento de la calidad de vida del profesionista, ni un mayor bienestar personal ni social, sigue en el proceso de exclusión o autoexclusión.

Remata que es necesario asumir que la autoexclusión no es un problema individual porque, como lo corroboró, éste es estructural y que, en consecuencia, no se puede aceptar el trillado dicho de que “todos tienen las mismas oportunidades de desarrollarse, pero hay quienes lo aprovechan y hay quienes no quieren hacerlo”. Asume con objetividad y racionalidad que ella, como un caso de su investigación, concluyó sus estudios profesionales, escribió su tesis, fue aprobada y, en esas nuevas condiciones, se ha desempeñado como profesora y, sin embargo, no ha tenido movilidad económica.

*FCPyS de la UNAM

L O S J O V E N E S E N M E X I C O

Abril ABRIL 12, 2009

Opinión

Tesis Profesionales GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

L O S J O V E N E S E N M E X I C O

Luis Antonio Mata Zúñiga explica que para su tesis profesional de Ciencias de la Comunicación eligió un asunto que a él atañía de manera directa. Fue el problema existencial y cultural de su generación. El lo vivía, lo sentía y por eso quiso comprender la forma como los jóvenes que nacieron en la década de los años ochenta, particularmente en México, habían construido una cultura en términos de prácticas y formas de reproducción social, dentro de un contexto caracterizado por una crisis permanente.

Acudió a expertos de la sociología europea contemporánea y la corriente de los Estudios Culturales, que integran sociología, teoría literaria, teoría del cine y antropología para estudiar fenómenos culturales en la actual sociedad industrial y que generalmente concentran sus observaciones en las relaciones entre ideología, raza, clase social, tecnología y género, a fin de entender la problemática. De manera especial, consultó al politólogo Ronald Inglehart, quien sostiene que el postmaterialismo es una tendencia de cambio cultural que está vinculada con la seguridad y el crecimiento económico. Comenta el tesista de la UNAM que aunque tales perspectivas en algunos puntos son opuestas, a él le permitieron formalizar ciertos aspectos de las construcciones culturales de la población que abordó.

A partir de ese marco teórico, eligió al género del relato, reivindicado recientemente por la sociología francesa en la investigación directa o de campo, como su método de estudio. En consecuencia, empleó la técnica de la entrevista para conversar sistemáticamente con sus informantes a lo largo de meses de trabajo, en los diferentes escenarios que eligió como el espacio de la exploración.

Entre los fundamentos que soportan su análisis sobresale el que afirma que la gente tiende a ser caracterizada por atributos culturales duraderos, de lo que se deduce la posibilidad de que un cambio cultural solo tiene cabida en “momentos límites”, o bien tras un largo proceso de transformación, procesado de generación en generación. Sin embargo, pese a lo profundo de las transformaciones, ciertos valores esenciales persisten a pesar del paso del tiempo. En relación a los factores económicos, explica que si bien es cierto no son un hecho totalmente determinante para la construcción identitaria, así como para el establecimiento de normas culturales, sí representan en gran medida el peso mediante el cual se realiza la selección de los valores culturales de una sociedad. En consecuencia, la confianza y la solidaridad, por ejemplo, son atributos colectivos que influyen en actitudes sociales, como la participación ciudadana.

En sus conclusiones Antonio Mata Zúñiga establece que en la generación de los años ochenta se agudizó la percepción utilitaria de la actividad económica, lo que ha provocado en estos tiempos que, por ejemplo, en el caso del trabajo, esos jóvenes dejen de lado su sentido social y trasformador y solo lo perciban como medio proveedor de bienes materiales. En la misma dimensión, precisa que se han intensificado los valores asociados con el individualismo, siendo la competencia y el éxito vocablos habituales en su cotidianeidad. Esa generación acepta, de modo irreflexivo, las formas culturales derivadas de esta visión individualista del mundo, lo que habla de un incremento en la preferencia subjetiva de lo privado, en detrimento de lo público.

Por otra parte, destaca que las problemáticas que interesan a esos jóvenes están asociadas con aspectos relacionados al trabajo, educación, participación política, familia, desconfianza hacia las instituciones y migración. Ese sector de la población mexicana, que ahora está a punto de cumplir los 30 años de vida, comparte ampliamente una característica cultural, que ciertamente es común en el país, y es la baja o nula confianza y respeto por las instituciones políticas y sus autoridades, a las que invariablemente asocian con la corrupción. Por eso en tal generación prevalece la convicción de que la corrupción es el principal obstáculo para alcanzar una verdadera democracia, independientemente del conocimiento específico que ellos poseen sobre el término y de que, además, ignoren los medios para superarla y posean la experiencia para conseguirlo.

*FCPyS de la UNAM

La teología de la liberación y el Movimiento Zapatista

16 de marzo de 2009

Opinión

Tesis Profesionales

GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA

La teología de la liberación y el Movimiento Zapatista

Cuando Enrique Ortega Correa estudiaba el bachillerato en un seminario vicentino de Lagos de Moreno, Jalisco, conoció a Samuel Ruiz.Descubrir la sabiduría y compromisos de ese hombre con la gente, generaron en el joven un gran interés por el estudio de la Teología de la Liberación. Su inquietud por valorarla en sus alcances y ubicarla en espacios más amplios que le permitieran comprender su potencialidad, lo llevó a estudiar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Cumpliendo con ese propósito, cursaba los primeros semestres de la carrera de Sociología cuando surgió en Chiapas un movimiento armado constituido por indígenas, en el que percibió la presencia de dicha teología y sintió interés en comprobarlo, por lo que decidió elegirlo como tema de su tesis profesional.

Fue necesario desarrollar un marco de referencia en el que abordó categorías de análisis como ideología, religión, clases sociales, proletarización del campo, movimientos armados, opresión y liberación, entre otros. Una sistemática búsqueda documental sobre ese acontecimiento, así como entrevistas y observaciones en pueblos indios, le permitieron comprobar que aquel era un movimiento indígena, soportado en las comunidades eclesiales de base, cuya perspectiva ideológica estaba sustentada en la Teología de la Liberación. Sus indagaciones le confirmaron que ese escenario se radicalizó con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio que México suscribía con los Estados Unidos y Canadá, así como por los cambios sustanciales que se realizaron a la legislación agraria, que provocaría un despojo y todavía mayor miseria en los indios.

Descubrió que para los pueblos indios existía la convicción de que esos actos gubernamentales permitirían la venta y renta del ejido, ante lo cual empresas nacionales y trasnacionales se apoderarían de la tierra, através de diversas formas y fines, en una región rica en diversos recursos como petróleo, gas, uranio, agua, maderas, miel y maíz, entre otros.

El estudio del sociólogo descubrió que la Teología de la Liberación había permitido que los indios tomaran conciencia de su papel histórico y que también los preparó para su defensa. Por eso, en ese momento el trabajo de las comunidades eclesiales ya no pudo contener en la clandestinidad a los indígenas chiapanecos, por lo que ellos optaron hacerse escuchar por las armas, pues era la última opción de su lucha social.

Es muy significativo que el joven sociólogo, formado inicialmente en un seminario, haya sido sensible ante el dolor y la injusticia, frente a la opresión y la impunidad y que concluya que debe existir una teología con una praxis liberadora. Como también que no se use a la religión para la opresión, el sometimiento y la manipulación, como regularmente lo hace el catolicismo entre los pobres de México y muchos otros lugares más, ahora y en otros tiempos .

Enrique Ortega Correa debe sentir una gran satisfacción de que su tesis esté considerada como obra de consulta de misioneros católicos, lo mismo de la Sierra Tarahumara en el mexicano estado de Chihuahua, que de la República de Mozambique en el sureste de África y que, además, se encuentre en la Biblioteca Vaticana de la Santa Sede, pues se le reconoce útil para el estudio de las etnias, en la perspectiva de una línea de acción pastoral, que atienda a las necesidades de los indígenas, más que cristianizar desde afuera de la comunidades.

EL LLANTO. UNA VÍA COMUNICATIVA

Opinión

EL LLANTO. UNA VÍA COMUNICATIVA GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA

Martha Patricia Roque Revuelta vivió una experiencia que le dejó huella en su forma de pensar e interpretar la realidad y le provocó, además, diversas dudas y preguntas. Fue en un poblado de la región Huasteca del Estado de San Luis Potosí, donde ella participó en una procesión fúnebre, cauterizada por un ambiente colectivo de tristeza y pesar. En un principio, como todos los allí presentes, permanecía cabizbaja y callada, hasta cuando escuchó la música de los hupangueros y sin darse cuenta, las lágrimas corrieron por sus mejillas y la invadió un gran sufrimiento.

De los violines y las guitarras surgían acordes luctuosos que estimulaban esa conducta. Se percató entonces que los otros asistentes compartían la misma experiencia. Efectivamente la música había detonado el llanto de todos. ”El dolor se volvió común. Los presentes experimentamos un proceso catártico y empático”, comenta.

Reflexionando sobre esa vivencia y después de haber tratado de realizar su tesis sobre un tema que había trabajado en su servicio social y no le satisfacía, decidió elegir como objeto de estudio al llanto.

Comprendió que el enfoque y tratamiento del asunto deberían ser interdisciplinarios y ella se sentía capaz de hacerlo, pues en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la carrera de Ciencias de la Comunicación tiene esa característica en la formación académica de sus alumnos. En su planteamiento destaca que las lágrimas expresan un código o un lenguaje que merece un estudio profundo, lo mismo desde una perspectiva físico-naturalista, pues el fenómeno se ubica en un cuerpo, como psicológica, al ser la expresión de la relación mente-espíritu-individualidad y, también social, pues está ubicado en comunidades y refleja convencionalismos. El discurso aborda la catarsis, la empatía y su correlación con el llanto, el inconsciente colectivo y el efecto cadena, ubicado en dimensiones de género.

Fue la lectura de autores como Kant, Schopenhauer, Lipps, Caso, Worringer, Schelling y Hegel, entre otros, lo que le permitió un marco referencial sustantivo. También analizó la relación entre pérdida, pena y dolor y su relación con bloqueos emocionales, depresión y melancolía. Todo eso para llegar a argumentar, desde la óptica lingüística y semiótica, que el llanto es un fenómeno social y una vía comunicativa que se comprende y observa a través de distintos procesos y manifestaciones humanas. Fundamental en esta parte analítica fue el apoyo de autores como Eco, Saussure, Barthes y Pierces.

La tesista precisa que el llanto es una vía comunicativa, porque es más específico comunicar un mensaje particular valiéndose de las lagrimas, los signos corporales o gestuales y, principalmente, por ser un código en sí mismo. Eso la hace diferente a los medios de comunicación que emplean estos mismos elementos para transmitir un mensaje. Sin ocultar el afecto por su trabajo, culmina exhortando a sus lectores a destapar lagrimales y librar llantos, tabúes y estereotipos y dice: “demos rienda suelta a nuestros sentimientos y dejémonos arrastrar por el placer envolvente de nuestras propias lágrimas”.

EL GRAFFITI, MANIFESTACIÓN DE LA CULTURA URBANA

Columna

EL GRAFFITI, MANIFESTACIÓN DE LA CULTURA URBANA GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

Cuando Sandro Leal Domínguez iniciaba sus estudios de la carrera de Sociología en la UNAM, vivía en una colonia de la Delegación Tlalpan en el Distrito Federal, en donde cotidianamente observaba que “las mejores bardas” eran el escaparate de imágenes y textos con formas extrañas. Supo que eran plasmados por jóvenes y que lo hacían clandestinamente a altas horas de la noche, pues evadían a los dueños de las paredes, a vecinos, a muchas otras personas que los rechazaban y, sobre todo, a la policía. Comprendió que los mensajes que contenían y sus formas eran intencionalmente diferentes y opuestas a los formatos convencionales, pues tenían la finalidad de ir en contra de la cultura dominante. Se trataba del graffiti. Posteriormente, cuando debió elegir un asunto para trabajar en el Taller de Investigación Sociológica, decidió estudiar ese hecho y lo continuó como tema para su tesis profesional, pues se propuso comprenderlo desde la perspectiva de la contracultura, que algunos científicos sociales han analizado.

En la contextualización social del fenómeno, indagó que el neoliberalismo produjo alta desigualdad social y económica, lo que generó un gran descontento social en diversos sectores. Uno de ellos fue el de los jóvenes, ignorados por una política de Estado que no atiende sus diferentes problemas. Así, algunos de ellos, que toman conciencia del deterioro o ausencia de oportunidades de desarrollo y bienestar, canalizan su inconformidad a través del lenguaje que les ofrece el graffiti ilícito, medio a través del que desfogan su coraje y frustración. El tesista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales precisó que esa práctica es importada de los Estados Unidos, donde la pobreza e inconformidad de muchos jóvenes también era crítica. Encontró que en ambos países la expresión trasgresora por si sola, ya significaba la realización de un acto de inconformidad, suscrito por un seudónimo a través de ciertas siglas, en inglés: crew.

Al encontrar que el graffiti es una tendencia mundial y que, pasado el tiempo, ha dejado de ser un secreto social y se ha convertido en una herramienta de expresión sistémica o alternativa y que no escapa a las leyes básicas del mercado, especialmente a las de la oferta y la demanda, así como al consumo y al individualismo, Sandro Leal decidió involucrarse con los graffiteros. Su intención fue precisar a través de la observación participante en que radicaba la contracultura, la cultura popular, la escena, la subcultura, la cultura juvenil y la tribu urbana. Su experiencia le llevó a conjeturar que el graffiti realmente comprende una alternativa juvenil ante la ideología neoliberal. Cabe destacar que, consecuente con la ética de un investigador, nunca oculto a los graffiteros que era un sociólogo que investigaba con fines de análisis y para realizar su tesis y no un impostor que usaría la información con otros propósitos.

De sus resultados destaca la precisión de que en las dos modalidades, vandálico y tolerado, el graffiti se propone la crítica social, pero que paulatinamente esa característica se ha perdido y ahora solo es utilizado como un pretexto para proveerse de adrenalina, marcar territorios y conseguir fama. Se ha convertido en una moda, por lo que su línea critica se ha distorsionado y comercializado. El anonimato de sus inicios, proferido solo por una placa, tag o seudónimo, se pierde cada vez más y ahora se exhibe y comercializa en muchos medios de comunicación o tianguis ad hoc, quienes los presentan como un producto comercial más. Finalmente, concluye que “todos los graffiteros quieren tener sus cinco minutos de fama”.

*FCPyS. UNAM

IDENTIDAD CULTURAL EN PUEBLOS ORIGINARIOS: SAN LUIS TLAXIALTEMALCO, XOCHIMILCO

Opinión

IDENTIDAD CULTURAL EN PUEBLOS ORIGINARIOS: SAN LUIS TLAXIALTEMALCO, XOCHIMILCO. GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

En la actualidad cada vez más investigadores profesionales superan el prejuicio de no poder abordar hechos de los cuales ellos son protagonistas. Sin embargo, sigue persistiendo la negación a hacerlo, por miedo a que los hallazgos no sean manejados con objetividad, en tanto que se es parte del objeto de investigación. Vencer esa actitud debe iniciarse desde la formación escolar y son precisamente las asignaturas en donde los estudiantes abordan la teoría del conocimiento y se inician con proyectos concretos en la actividad investigadora, en donde los profesores deben fomentar ese acercamiento sin prejuicios o dogmatismos. Los alumnos estudian teorías y analizan problemas de espacios colectivos como la familia, barrio, escuela, iglesia y nación, por solo citar algunos, que les permiten comprender sus propias historias personales.

Descubrir y entender quienes son ellos mismos les concede primero una identidad propia y, como enseguida, elementos reales para diseñar un proyecto de vida, que es inexistente en jóvenes que solo transitan como máquinas receptoras de información, a los que se conduce a un destino preestablecido y, por supuesto, no elegido por ellos.

Cynthia Viridiana García Martignon, exalumna de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la UNAM, manifestó claramente su interés por abordar en su tesis profesional un asunto de su vida personal y familiar. En la elección de su tema fue determinante una experiencia vivida fuera de su país, donde cotidiana y empíricamente percibió sus semejanzas y diferencias con otras personas. Después, al cursar los talleres de investigación sociológica y algunas materias teóricas, comprendió la necesidad de entender al otro, lo que reforzó su inquietud y curiosidad intelectual, hasta convertirla en el tema de su primera investigación profesional.

Inició su trabajo con una búsqueda documental que le permitió entender, desde la perspectiva teórica, el proceso de la identidad y encontró que la construcción de las identidades sociales, específicamente de la cultural, se desarrolla en contextos sociales compuestos de una creciente complejidad cultural. En su discurso la comunicóloga García Martignon señala a la temática identitaria como uno de los principales procesos socioculturales para comprender diversas expresiones de la vida cotidiana contemporánea, cargadas de sentido y significaciones, particularmente en los pueblos originarios.

Luego, con ese marco referencial, eligió como universo de estudio a San Luis Tlaxialtemalco, pueblo originario de la ciudad de México, asentado en Xochimilco, el cual conserva la tradición del cultivo de flores en las legendarias chinampas. Allí descubrió que la construcción de las identidades culturales responde a una cuestión inscrita en la dimensión simbólica de la forma cómo viven y se apropian de referentes particulares, que tienen sus bases en el principio de comunidad de los pueblos indios, formado por elementos como el territorio donde se asientan, el cultivo tradicional agrario, las formas de organización cívico-político-religiosas y las tradiciones y costumbres, como fiestas, ferias, peregrinaciones, procesiones y velorios, las cuales conforman una cosmovisión que frecuentemente es incomprendida y hasta rechazada por la cultura dominante, pero que permiten la cohesión y sentido de pertenencia, que generan esa diferencia identitaria que no tienen otros grupos .

TESIS PROFESIONALESHACIA UN FORTALECIMIENTO DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

Opinión

TESIS PROFESIONALESHACIA UN FORTALECIMIENTO DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

Cientos de estudiantes en México siguen realizando el trabajo exhaustivo que implica una tesis profesional para concluir sus estudios de licenciatura, no obstante la intención de desaparecerla y la amplia oferta de opciones de titulación que ahora se ofrecen a cambio. Es añejo el rechazo a la tesis como forma de titulación, lo que ha propiciado que se le imputen una serie de debilidades, contradicciones y vicios, como el que no sea fácil su realización, ni rápida su ejecución, ni de bajo costo, ni de sencilla gestión.

Estas y otras “razones” más son utilizadas por personeros de algunos organismos internacionales para descalificar a la tesis, que representa el último trabajo escolar y el primero profesional que desarrolla un estudiante de licenciatura y que implica el esfuerzo no sólo del autor, sino de toda una política educativa, científica y nacionalista que se concreta con la participación de comunidades académicas e importantes recursos institucionales y sociales.

Pero los denostadores encubren su verdadera intención que es, sin duda alguna, la de debilitar hasta su extinción la formación de científicos mexicanos en todos los campos del conocimiento y el saber. El propósito de estas perniciosas intenciones está inscrito en la decisión de imponerle a la educación superior de países dependientes, como el nuestro, criterios de eficiencia, eficacia, rentabilidad, rendimiento, producción, calidad y tantos otros del ámbito de los negocios, que beneficien sus políticas y prácticas de dominación.

Las autoridades universitarias impulsan la titulación de sus egresados –ahora solo de licenciatura- con opciones que contravienen las razones fundamentales de la educación superior, frente al temor que conlleva el desprestigio de no salir bien evaluadas y/o certificadas y, en consecuencia, ver reducida su asignación presupuestal por razones atribuidas a la eficiencia terminal. Así, pasan por alto, o asumen con docilidad, que la evaluación y la certificación la realicen organismos privados, cuya legalidad y legitimidad es muy cuestionable y que la implementan con criterios superfluos y ajenos a una verdadera formación integral.

Por si no fuera suficiente lo anterior, la verdad es que el temor a la reducción presupuestal no tiene razón de ser, puesto que de todas formas esa es una tendencia gubernamental claramente definida en México por el Fondo Monetario Internacional, por el Banco Mundial y por la OCDE, durante los últimos 20 años, que tiene el claro fin, aunque encubierto, de asfixiar a las instituciones públicas a fin de someterlas a la privatización y a la sumisión científica y tecnológica del exterior.

La sociedad mexicana tiene claro que los científicos formados en las universidades públicas han sido y son artífices de proyectos que han generado desarrollo y bienestar social y, por lo tanto, que su mérito es invaluable. No obstante esa convicción popular, cada momento se corre el riesgo de que, como en el reciente debate sobre la privatización petrolera, se evidencie que abierta o encubiertamente se busque contratar a científicos y técnicos extranjeros, con sus correspondientes empresas, capitales e intenciones, “en tanto que en México no los hay”.

Tal afirmación no sólo es ofensiva, sino ignorante de la historia de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, que han formado generaciones de expertos en ese campo y muchos otros, con un reconocimiento y prestigio internacional.

La legitimad social del trabajo de profesionales de disciplinas de las ciencias naturales y las llamadas exactas es absoluto, sin embargo en el campo de las ciencias sociales y las humanidades los aportes no son tangibles y por eso las críticas malintencionadas son más acres. Será propósito de esta columna presentar algunas tesis de licenciatura del área de las ciencias sociales y humanidades, cuyo valor no se evidencia en cuestiones materiales, pero cuya importancia es estratégica para la sociedad y el estado mexicano.

*Profesor de la UNAM

gvegashiota@mail.politicas.unam.mx

Elecciones en Ciencias Políticas(Segunda y última de dos partes)

Mayo 10, 2009

Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

Elecciones en Ciencias Políticas(Segunda y última de dos partes)

Quienes fueron electos en este histórico proceso, ahora son legales y legítimos representes de la comunidad estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, una de las más críticas y participativas de la UNAM, lo que les exige una eficaz estrategia para encauzar el pacto que han contraído con sus representados.

Deberán asumir, también, que en estos tiempos será inexcusable su participación en la reconceptualización de la educación pública, así como en el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología, a fin de asignarles el estatus que requieren como parte de las políticas y estrategias del Estado Nacional. En su cometido también estará contribuir en las labores que impliquen la profesionalización de sus disciplinas, orientadas en favor del descubrimiento de problemáticas concretas y su acción transformadora. Para conseguirlo, deberán ahora pugnar porque en la Facultad exista una enseñanza sólida en la dimensión teórica, pero también responsablemente practica, lo que implica que la materia de trabajo sea identificada, analizada, comprendida, explicada y, como consecuencia de las fases anteriores, sea sujeto de alternativas de tratamiento de la más alta significación.

Para que todos estos compromisos se cumplan, los nuevos consejeros estudiantiles siempre habrán de estar alertas en la defensa de la autonomía de su Alma Mater, a fin de que preserve sus atributos de pública, laica, gratuita, científica y humanística.

Esa conciencia y su correspondiente práctica, permitirán rechazar cualquier intento de ingerencia en su vida interna de personas, grupos y partidos políticos. No salvaguardarla implicará traicionar la credibilidad concedida por la comunidad y reavivar la desconfianza y profundizar la crisis institucional. Solo a los universitarios corresponde decidir sobre el futuro de la máxima casa de estudios de México. La UNAM debe seguir siendo sólida, pero no estática; sus crisis han sido el motor de su reavivación. Por ende, es una de las escasas instituciones que disfruta de la confianza social. Como es del dominio público, se distingue internacionalmente dentro de las mejores del mundo, más allá de los estudios de posicionamiento.

Los consejeros profesores expresamos a ustedes, jóvenes colegas, una cordial bienvenida y los exhortamos a comportarse como universitarios plenamente identificados con su disciplina, su facultad, su universidad y, desde luego, su país. Sin esa identidad carecerán de los soportes para hacer de cada espacio de su vida una trinchera que les permita luchar por la justicia social, la igualdad y la defensa de la soberanía nacional, hoy tan incierta.

El estudio de la filosofía, particularmente de la ética, les posesiona para que de ninguna forma ustedes se inspiren, ni imiten la decadente praxis política y retrograda política social, que hoy tienen lugar en el país y que han puesto en entredicho la credibilidad de las instituciones. Debe estar claro que el esfuerzo que realiza la UNAM por educarlos cívicamente, no debe ser dilapidado por los poderes fácticos que se han empeñado en anular la cultura democrática y desmantelar las instituciones nacionales. Estado y sociedad deben comprender y respetar sus legítimas aspiraciones y demandas democráticas para transformar al país. Está probado que no hacerlo propicia inconformidad y que ésta crece y se convierte en vigorosos movimientos político y sociales.

Al protestar a su cargo, deberán comprometerse a ser garantes de un escrupuloso respeto a la normatividad universitaria y la legislación de la República. Como estudiosos de esta Facultad deben tener presente que la democracia es la natural expresión del hombre como ser social en su afán de buscar el reconocimiento a su plena existencia como persona, así como de sus derechos y el respeto a su libertad.

*FCPyS de la UNAM

Elecciones en Ciencias Políticas(Primera de dos partes)

Mayo 8, 2009

Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

Elecciones en Ciencias Políticas(Primera de dos partes)

En una histórica jornada los alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM eligieron a sus representantes ante los tres órganos en los que se tratan y acuerdan asuntos relacionados con su formación académica. A saber: Consejo Técnico, Consejo Académico de Área y Consejo Universitario. Ciertamente la jornada fue histórica, en primer término, por que votaron casi el 50 por ciento de los electores, cifra inédita, pues en el pasado era baja y acusaba un comportamiento análogo al que se presenta regularmente en las elecciones nacionales, que carecen de credibilidad, se estiman inciertas y llegan a calificarse hasta de farsa. Por eso, pocos eran los estudiantes que lanzaban sus candidaturas para un cargo de representación y muchos los que las impugnaban. Era patético que en una facultad donde la materia de estudio era política, su praxis fuera tan descalificada.

Pero ahora fue distinto desde el momento en que se convocó al proceso, pues entre los interesados se generó una amplia discusión para seleccionar a los candidatos y se realizó un trabajo de estudio y reflexión sobre los problemas estudiantiles, que culminó con la organización de formulas, planillas y frentes, que presentaron sus propuestas de trabajo ante muchos grupos de alumnos, a quienes, en una actitud abierta al dialogo, buscaron tanto en sus aulas, como en los patios, explanadas, o por contacto virtual.

Y hubo, finalmente, un debate entre los aspirantes, frente a un auditorio que escuchó la diversidad de perspectivas y la pertinencia de los compromisos que se prometían ante los problemas que, como un gremio temporal, viven los universitarios. Luego entonces, en esta ocasión el estudiantado estuvo informado sobre el acontecimiento, lo que propició que la mitad de la población inscrita haya participado en el acontecimiento, con un 88 por ciento sufragando por candidatos y 12 por ciento anulando su voto. También esa jornada fue histórica porque se desarrolló en un ambiente de respeto, concordia y tolerancia.

Las autoridades de la Facultad expresaron a los candidatos y sus representantes, la necesidad de que el acontecimiento fuera transparente y constituyera una práctica enriquecedora para toda la comunidad y que, finalmente, concluyera en un acto de unidad. Todos esos alumnos con vocación por el ejercicio de la política, fueron exhortados a comprender que esa experiencia tenía que desarrollarse dentro del marco filosófico de su Universidad, que es ecuménica por definición; pluralidad, se les subrayó.

Igualmente se les conminó a no convertir el espacio académico en uno en el que confundieran al contendiente con un enemigo y, en consecuencia, consideraran que debían anularlo. No es así, se les advirtió. Su contendiente es la otredad y representa a su par, con él discutirán frente a sus electores un proyecto que considere la problemática y demandas del sector que pretenden representar, todo lo cual necesariamente debe fortalecer a la Facultad y, como consecuencia, a la UNAM.

El reto será que cada uno, se les explicó, busque que su propuesta sea la más congruente y sólida para fortalecer la vida académica de nuestra institución y, además, constituya una forma diferente de quehacer político, que supere ética y moralmente las prácticas de la cultura política del país, hoy tan deplorables.

Y la contienda electoral del 30 de marzo en esta Facultad -que tiene como lema y compromiso de trabajo a ese animal político del que hablara el filósofo griego Aristóteles- fue un acto ciudadano. Y fue meticuloso y transparente, también, gracias a la intervención responsable de 100 profesores de los 200 insaculados, que cuidaron escrupulosamente el episodio durante las 18 horas que duró, mismo que fue atestiguado de cerca, en todas sus fases sucesivas y coexistentes, por alumnos observadores y representantes de los candidatos, quienes no reportaron irregularidades trascendentes, ni ante la Comisión de Vigilancia nombrada por el H. Consejo Técnico, ni ante la comunidad, pues imperó el respeto mutuo y la confianza.

Y, de la misma manera, esa jornada fue histórica porque los jóvenes unamitas hicieron patente su credibilidad hacia la institución, el procedimiento electoral implementado; los órganos operativos y hacia ellos mismos, precisamente en los momentos en que en el país “cerca del 70 por ciento de ciudadanos expresaron en la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas 2008, que consideran que las elecciones en México no son limpias y que ni la institución responsable de los procesos electorales, ni las reglas, ni el proceso les merece confianza”.

*FCPyS de la UNAM

EL INCIERTO DESTINO DEL CAFÉ MEXICANO

Mayo 5, 2009

Opinión

ENFOQUE SOCIOLÓGICO GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

EL INCIERTO DESTINO DEL CAFÉ MEXICANO
México es uno de lo principales países productores de café. Los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz cosechan la mayor cantidad de ese apreciado grano. Durante la época que tuvo gran demanda comercial local, nacional e internacional, las localidades que practicaban la cafeticultura, o sea la siembra, recolección y beneficio, promovían una importante cantidad de empleos directos e indirectos generadores de cierto bienestar social. Pero a partir de la pasada década de los ochenta su precio se devaluó de modo terminante, volviéndolo poco o nada costeable. Ahora esos pueblos cafetaleros son expulsores de fuerza de trabajo, que lo mismo se dirige a los Estados Unidos, que se dedica a cualquier otro tipo de actividad. Algunos investigadores a este fenómeno le ha llamado la crisis del café, pero habrá que precisar que constituye una crisis de larga duración, pues lleva 20 años del siglo pasado y los 10 que van de éste, que en letras no dice mucho, pero en la vida de quien la padece es una eternidad.

En este contexto, recientemente un grupo de estudiantes de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la FCPyS de la UNAM, realizaron una práctica de campo a fin de percibir la problemática en forma directa, conociendo los cafetales, sus productores, comercializadores y demás participantes en los procesos agrícola, industrial, comercial, social y cultural que implica ese fruto, que –como algunos dicen- regularmente se bebe cómodamente por las mañanas, ignorando todo el escenario que hay detrás.

Los estudiantes encontraron que existe una amplia documentación sobre las diversas aristas que tiene el problema. Eligieron la zona de Coatepec, en el estado de Veracruz, cuyo grano goza de reputación internacional, particularmente en Europa, “por su exquisito aroma y sabor”. Los coatepecanos se sienten orgullosos por ello, pues las normas y criterios de compradores y consumidores del llamado viejo mundo son rigurosos, por la larga y cuidada experiencia que tienen como “cafeteros”.

El resultado de las indagaciones que realizaron los alumnos entre los diversos sectores implicados en la cafeticultura, queda expuesto en un término que expresa el sentir de todos, más allá de su condición, tamaño y capital: incertidumbre. Efectivamente, un sombrío panorama comercial, que no agrícola, pone en riesgo la inversión, trabajo, recursos y, especialmente, la gente que labora en el campo. El mercado internacional, controlado por las grandes empresas, impone las reglas y en México se aplican con toda prontitud y gracia. Por eso el futuro es impredecible, lo cual es preocupante para cualquiera, pero dramático para quienes poseen pocos recursos, pues ni la tierra, ni el trabajo, son ahora los medios que permiten proyectar la vida personal o familiar. Los que poseen mejores condiciones, explican: “Es un negocio y puede que salga bien o no. Quisiéramos que sí, pero esto es un negocio; no hay más”. Los pobres tienen una queja amarga: “Nadie nos ayuda. Al gobierno no le importa. Los políticos tienen sus arreglos con las transnacionales y las dejan que hagan lo que quieran. Sabemos que en otros países, como en Estados Unidos, si hay protección y apoyo para los agricultores. A nosotros nos abandonaron, por eso nos estamos yendo de aquí. Nos duele hacerlo, pues esta es nuestra tierra. Aquí nacimos y están los restos de nuestros antepasados y quisiéramos también quedarnos. Pero, ¿que vamos a comer? Y lo mas grave, ¿nuestros hijos…? Da harta rabia…”

Para los universitarios fue impactante escucharlo y se preguntaban, más tarde: ¿Y el gobierno? ¿Dónde queda la planeación? ¿Desapareció el Estado nacional? Con ese sentimiento en sus mentes, días después acompañaron a una procesión hasta un templo. Pudieron oír las plegarias de la gente, vinculadas a la grave situación que resisten. En ese momento cobraron significado las explicaciones que han hecho los sociólogos sobre el papel de la religión, precisamente durante los momentos de angustia.

Los jóvenes comunicólogos apreciaron la sabiduría de los cafetaleros, por lo que oyeron con atención su alegato: Se apuesta a que el sabor y olor no son reconocidos actualmente por la gente, por lo que cualquier producto con un buen marketing es aceptado sin problemas en los mercados, lo mismo nacional, que regional y, el colmo, hasta local. Convencidos de su historia, ellos mismos han emprendido la tarea de educar a la gente a que aprenda a consumir buen café y lo distinga del adulterado por mezclas y otros componentes. Para lograrlo, como particulares, han creado museos del café, que recuperan el concepto del aprendizaje interactivo en el propio sitio, mostrando las plantaciones, atestiguando partes del proceso productivo y participando en la cata, que implica verlo, olerlo, sentirlo y saborearlo analíticamente.

Finalmente, los alumnos de la UNAM conocieron el resentimiento que algunos cafetaleros guardan hacia instituciones nacionales, incluidas las de educación superior e investigación, pues no se involucran con ellos, presentándoles propuestas de trabajo y cooperación, que sean el cimiento para diseñar alternativas en la organización, producción, comercialización y divulgación de una cultura del café.

*FCPyS de la UNAM

LA FILOSOFÍA DESAPARECE EN LA SEP

Abril 13, 2009

Opinión

ENFOQUE SOCIOLÓGICO GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

LA FILOSOFÍA DESAPARECE EN LA SEP

En México, desde la República Restaurada hasta nuestros días, la enseñanza de la Filosofía ha constituido parte del perfil educativo nacional y se ha concretado por medio de la impartición de algunas asignaturas a partir del ciclo del bachillerato, como la Lógica, propuesta por el filósofo y pedagogo Gabino Barreda en el primer plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional, pues cumple con el cometido de proporcionar al estudiante los elementos necesarios para la formación de un pensamiento acertado, capaz de otorgar coherencia o contradicción a sus observaciones y proposiciones. Igual sucede con la Ética, que representa la reflexión sobre principios y valores para encauzar la praxis de la acción individual y social. Con ese sustento filosófico, los preparatorianos de muchas generaciones han ingresado a una licenciatura y pueden comprender el sentido y necesidad de estudiar en su profesión la Teoría del Conocimiento y/o la Historia de la Filosofía. Su pensamiento ha sido provisto de los elementos fundamentales para poder ejercitar el razonamiento con una perspectiva analítica y crítica, capaz de poder construir estructuras cognoscitivas fundamentales y poder así ser convertirse en científicos responsables, imaginativos y propositivos, o en profesionistas comprometidos y solidarios con las problemáticas del pueblo que, en el caso de la educación pública, ha sido quien costea sus estudios. Pese a que los profesores de metodología de la investigación científica, lo mismo en las ciencias exactas, que las naturales o las sociales y las humanidades, reclamamos mayor espacio y profundidad para esas asignaturas, pues requerimos que los estudiantes de licenciatura y posgrado comprendan con mayor lucidez y rigor el procedimiento que se sigue para crear el diseño de una investigación -que cada vez es distinto, les insistimos -, así como la definición del sentido y los alcances del quehacer científico, que solamente será legítimo si es imaginativo y, de modo especial, consecuente con las necesidades del espacio social en el que se propone. Pese a todo eso, pero siempre y cuando los estudiantes posean esos principios formativos, finalmente aceptamos que esa tarea la debemos completar y profundizar nosotros, a fin de dar cabida a otros conocimientos, habilidades y destrezas del oficio de cada disciplina. Pero hoy existe una amenaza de que los contenidos filosóficos básicos continúen impartiéndose para las nuevas generaciones de mexicanos. La comunidad filosófica nacional ha denunciado una Reforma Integral de la Educación Media Superior que la Secretaría de Educación Pública pretende realizar en todas las escuelas que imparten alguna modalidad de ese nivel educativo en México, la que contempla la desaparición de la enseñanza de las materias filosóficas. Es una medida retrógrada en el terreno educativo y arbitraria en el plano social, pues para su implementación no medió discusión alguna. Sin argumentación pública, solo puede interpretarse como imitación a otros modelos educativos o, peor aún, como un acto de sometimiento a disposiciones de organismos internacionales. La desaparición de la Filosofía dejará el espacio libre y preponderante al adiestramiento práctico y utilitario, con efectos que serán palpables en una mayor depredación del medio ambiente, así como en mayor crisis de identidad y valores entre las nuevas generaciones, que invariablemente producirá más enajenación y, por tanto, mayores índices de descomposición les insistimos personal y social. No es posible que quienes tiene la responsabilidad de preservar y consolidar la educación pública pasen por alto tales consecuencias, o que sea tan abierto su sometimiento a los intereses de los capitales y organismos internacionales, los cuales impulsan un modelo en el que países como México, solo son incondicionales proveedores de su riqueza natural y aceptan que su población únicamente sea capacitada para la operación de negocios, que muy poco o nada benefician a su pueblo, legítimo propietario de esos bienes. De aceptarse esa medida, las nuevas generaciones de mexicanos serán cada vez más deshumanizadas, cosificadas al grado de solo auto considerarse como partes materiales de un sistema productivo, sin capacidad de conocer metódicamente, ni analizar, ni mucho menos explicar, ni comprender la esencia de los procesos materiales y humanos. Se habrá renunciado al desarrollo de una formación personal que tiene como resultado la conformación de ciudadanos con un pensamiento crítico, autónomo y reflexivo, sustentado en valores, hoy tan indispensables frente a la corrupción, la desigualdad, la discriminación y la ignorancia.La Secretaría de Educación Pública debe explicar a la nación la intención de esta regresión educativa.

*FCPyS de la UNAM

LA HUELGA DE LA UNAM 1999-2000

Marzo 31, 2009

Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

LA HUELGA DE LA UNAM 1999-2000

En este mes de abril se cumplen 10 años del inicio de uno de los movimientos sociales más destacados del México contemporáneo. Fue justamente el día 17 de abril de 1999, cuando en la UNAM se inició la huelga estudiantil de mayor trascendencia y duración a lo largo de su historia, cuyo objetivo inicial fue el rechazo al Reglamento General de Pagos, que semanas antes había aprobado el Consejo Universitario. En una aparente contradicción, los alumnos cerraron la Universidad para poder mantenerla abierta o todos los que aspiraran ingresar a ella, independientemente de su posición económica. Debieron hacerlo así para rechazar la medida gubernamental que incrementaba el pago de colegiaturas en la principal universidad de América Latina. Pronto el movimiento estudiantil fue más allá de lo inmediato y rebasó el alegato sobre la gratuidad de la educación que imparte el Estado en el nivel superior y concretamente en las universidades autónomas, anteponiendo que la gratuidad de la enseñanza formaba parte del pacto establecido entre la sociedad y el gobierno emanado de la Revolución Mexicana, que consideraba a la educación pública como una estrategia vivificadora de la soberanía nacional y como promotora del desarrollo económico y social de la nación.

Era claro tanto para el movimiento estudiantil, como progresivamente para la sociedad, que el intento gubernamental de abandonar ese compromiso político y social estaba constreñido por la política neoliberal, que había sido concebida en los grandes centros de poder económico y político y diseñada por organismos internacionales como una maniobra para afianzar y prolongar un capitalismo decadente que debía asumir el gobierno, quien a su vez la imponía a los funcionarios universitarios, que la aceptaban sin mayor problema.

En ese movimiento de los alumnos fue determinante la participación de los profesores, investigadores y extensionistas de la cultura, así como de los trabajadores de la universidad y también de los padres de familia y sociedad civil, pues todos juntos exigieron la derogación del tristemente celebre Reglamento. Recorrieron las principales calles de la ciudad de México y divulgaron el sentido de la lucha. Así, fue como el activismo de los universitarios y su ascendente legitimidad política y social, permitieron que, pese a la inmoral labor mediática que los descalificaba, la sociedad comprendiera las consecuencias que acarrearía la privatización de la educación, pues la medida iba mucho más allá del ahorro de recursos financieros, al ser su propósito último modificar el sentido nacionalista, laico, científico y humanístico de la UNAM, ya que con esos atributos continuaba siendo el espacio de formación de jóvenes, profesionistas y ciudadanos analíticos y críticos, preparados lo mismo para la investigación científica, que el trabajo profesional creativo y comprometido, que la difusión del saber y la cultura generadora de identidad, perfil contrario al neoliberal que pretendía convertirla solo en un centro de capacitación y adiestramiento de una fuerza de trabajo inconsciente, dócil y sumamente útil.

Como en todo movimiento social, el de la UNAM tuvo en su interior contradicciones que resultaban lo mismo de la diversidad de perspectivas de los actores sobre los alcances y estrategias de lucha, que también de posiciones y acciones incontrolables, creadas por los provocadores que se infiltraron. Pese a toda esa dinámica, gestada en cerca de 10 meses, el Estado decidió apagar el movimiento incursionando aparatosamente con la fuerza policiaca en el campus universitario, pero también discretamente dando marcha atrás en su objetivo principal.

Diez años después, se mantiene viva la intención de someter nuestra alma mater a la línea de mercado, enterrando su perfil histórico y grandes compromisos con la nación y, estandarizándola u homologándola –términos de la jerga mercantil- con las empresas que venden servicios educativos funcionales para el mercado, pero no convenientes para formar a la juventud de las amplias capas sociales del país en un proyecto de vida trascendente, identitario, ciudadano, nacionalista, cultural y científico.

*FCPyS de la UNAM

El multimillonario Joaquín El Chapo Guzmán, en Forbes

Marzo 16, 2009
Opinión

Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA

El multimillonario Joaquín El Chapo Guzmán, en Forbes

Dejemos claro que una noticia es algo novedoso, algo de lo que no se tenía conocimiento. Cuando sabemos de eso por vez primera, puede ser que nos sea ordinario, pero también que nos agrade o, al contrario, nos asombre, desconcierte, enoje y hasta desquicie. Todo por lo que es, por lo que significa para nosotros, para los nuestros o para los otros. Por tanto, digámoslo con claridad: todo eso sucede la primera vez que lo sabemos, o sea cuando ciertamente es noticia. Después, ya tuvimos tiempo para procesar el dato, comprenderlo y asumirlo o plantearnos una acción frente al mismo, pero ya no es novedad.

Por eso resulta incomprensible que el gobierno mexicano haga tanto escándalo mediático por los multimillonarios del mundo en la revista estadounidense Forbes. ¿Acaso, no sabían que era multimillonario? ¿Pensaba el ejecutivo federal que ese experto en transporte era pobre? ¿Que su condición de ilegal era porque no había tenido recursos para gestionar sus documentos? ¿Qué pensaba el gobierno federal al respecto? O, ¿Le molesta que se le incluya con su imagen de siempre, enchamarrado y con gorrita, al lado de personalidades que visten a la moda? ¿O, le incomoda que aparezca en una publicación que solo es para personas decentes que han acumulado su riqueza bajo las normas más estrictas y la más alta moral? ¿O, por casualidad, el gobierno pone en entredicho la metodología del ranking, porque aquí en México no se acepta la manipulación de una encuesta, ni la tergiversación de resultados?

¿Qué sucede? Resulta impropio ver a un funcionario, que debería asumir el comportamiento de un estadista, rasgándose las vestiduras por un hecho así, que ni es anormal, ni es escándalo, ni mucho menos es noticia.

¿O, es que el Estado mexicano no tiene idea de que un narcotraficante es económicamente poderoso? ¿Que un jefe de un cartel lo es aún mucho más? ¿De verdad es una noticia que El Chapo sea multimillonario? ¿Es que ese hecho no lo reportan los múltiples organismos de inteligencia, que deberían saber con gran precisión el capital que maneja cada cartel, entre otros muchos datos?

Bueno, pues habría que saber que los jefes de los carteles en México tienen numerosas empresas no solo de transportación de drogas y personas, que tienen poder político que les permite controlar desde los más bajos hasta los más altos niveles de gobierno, con quienes comparten su riqueza; que compran policías de todos los rangos en todas partes del país. Que todo eso lo pueden hacer porque son poder fáctico, como muchos otros grupos en este país y gozan de la impunidad.

Ante tanto ruido, Forbes únicamente respondió que un reportero recogió la información. Si, un sólo reportero y es creíble.

INEQUIDAD SALARIAL EN MÉXICO

ENFOQUE SOCIOLÓGICO

INEQUIDAD SALARIAL EN MÉXICO GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA

Como es sabido, el conocimiento científico se caracteriza por ser racional y también objetivo. Aunque ciertas corrientes epistemológicas privilegian alguno de esos atributos, o inclusive descalifican al otro, la verdad es que ambos guardan una relación dialéctica, pues aislado cada uno proporciona una percepción parcial y, por lo tanto, irrelevante. Por eso, hoy día en que se promueve la cultura científica en la educación superior, es imprescindible que la formación académica sea tanto teórico-filosófica en las aulas, como práctica y participativa en la realidad concreta, pues tal estrategia permitirá la formación de profesionales críticos, reflexivos y creativos, de tal manera que estén solidamente preparados para enfrentar exitosamente los problemas que deberán encarar en la sociedad.

En este contexto de reflexión, hace unos días un grupo de estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM tuvieron la experiencia de interrelacionar los datos abstractos con una situación concreta, logrando conseguir explicaciones y conclusiones trascendentales.

Veamos el suceso. Por un lado, supieron a través de la prensa que los consejeros del Instituto Federal Electoral intentaron auto asignarse un sueldo mensual de $330 mil pesos, argumentando que su determinación estaba basada en el artículo 41 de la Constitución Política, que establece que ellos ganarán igual que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación quienes, según los analistas de los medios, ganan formalmente 347 mil pesos, aunque en realidad su ingreso total mensual sea de alrededor de 600 mil pesos mensuales. Al margen de las especulaciones que esa noticia generó, los jóvenes se preguntaron ¿que significa una cantidad así? ¿a quien le importa? La información estaba expresada en fríos datos. Quitar o poner un cero no era más que un ejercicio aritmético con cifras duras. La reacción de los jóvenes universitarios, como la de mucha gente, fue de inconformidad, sin dimensionar más el contexto, ni el trasfondo. Luego, al saber que los consejeros habían dado marcha atrás, solo retuvieron en su mente que había sido un intento fallido de abuso.

En paralelo, como parte de las actividades de la asignatura Técnicas de Investigación, los estudiantes asistieron a una práctica de campo en una zona cañera del Estado de Morelos. Allí se percataron de las condiciones de vida y trabajo de los campesinos; observaron y oyeron en voz propia de los cortadores, que ese trabajo lo realizan en horarios que exceden con mucho la jornada laboral establecida legalmente, casi todo el tiempo permanecen agachados, aguantando temperaturas que frecuentemente llegan a los 40 grados centígrados y que lo realizan únicamente con su indumentaria cotidiana y sin más equipo que su inseparable machete, sin el cual “no se hayan”, pues lo mismo les abre paso entre la yerba, que les permite tumbar en un día 2 toneladas de caña de azúcar, o sirve para hacerle frente “a lo que se les deje venir”. Los alumnos también registraron que por cada tonelada cortada reciben de 25 a 30 pesos, menos los pagos para el cabo que los controla. Oyeron que ese trabajo es únicamente por un máximo de 6 meses en los que dura el corte, después de los cuales esos jornaleros, entre los que hay hombres maduros, jóvenes de edad similar a la de los universitarios y hasta niños, deben emigrar a otros lugares y, como golondrinas, regresar al año siguiente a los cañaverales. También se enteraron que esta población en su tierra ni siquiera de este trabajo dispone y que las condiciones de vida allá son aun más miserables. Los comunicólogos apreciaron que el terreno del corte está lleno de tizne, pues se incendia para limpiar y quemar el aguate, que es una pequeña espina en las hojas de la caña, después de lo cual salen huyendo víboras, alacranes, arañas o, en el mejor de los casos, una flaca liebre que significará la posibilidad excepcional de comer carne.

En la zona donde están alojados esos jornaleros, los alumnos observaron que viven en un cuarto de alrededor de 8 metros cuadrados, en el que está el petate para dormir, la mesa sobre la que alzan sus cosas y las cajas donde apilan las pertenencias de la familia, pues están allí con su mujer e hijos, que son parte del proceso de trabajo. Cuando los tiznados vuelven en la tarde-noche a su vivienda, ya han pasado previamente al río, cuyas aguas permiten que reaparezcan los rasgos indígenas que se ocultaban bajo el humo en sus caras. Entonces se visten con la ropa que por la mañana sus mujeres les lavaron y, pese a que acabaron con el itacáte que llevaban en sus morrales, comen al lado de su familia con hambre desmedida, la que evidencia su precaria alimentación. Esa fue la observación que realizaron los universitarios sobre la amarga rutina de trabajo de los peones mexicanos que producen el dulce que diariamente, sin mayor reflexión, colocamos en nuestros alimentos.

Ya de vuelta en el aula, los jóvenes investigadores ordenaron su información y analizaron que, más allá de las deplorables condiciones laborales, los jornaleros en promedio ganan $50 pesos diarios, que por 6 días laborales de una semana obtienen $300 y, por tanto, $1200 al mes, menos los descuentos. Fue en esta etapa de la investigación cuando no pudieron evitar ubicar ese dato frente al ingreso de los encargados de impartir justicia, precisando que la relación es de 1 a 600, o sea que lo que ganan 600 jornaleros al mes lo recibe un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Mexicana. Con esa simple interrelación estadística, sin especulaciones, ni adjetivaciones, sino únicamente con los datos, los estudiantes universitarios pudieron concluir lo significativo que resulta que en pleno Siglo XXI, en un país donde los gobernantes pregonan el bienestar social de la población, los salarios de los mexicanos expresen diferencias abismales, reflejo de relaciones sociales incongruentes, inequitativas, injustas, inmorales y definitivamente inhumanas.

¿ES EL TURISMO UNA OPCIÓN EN LA CRISIS?

Columna ENFOQUE SOCIOLOGICO

¿ES EL TURISMO UNA OPCIÓN EN LA CRISIS? GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*

Es común que durante las épocas de aflicción aparezcan personas habilidosas y sin escrúpulos que ofrecen formulas mágicas para resolver el problema de forma fácil y rápida. Así, ahora que se vaticinan tiempos aun más difíciles para nuestro país, la sociedad mexicana deberá estar alerta ante la presencia de embaucadores que dirán que aun tenemos algunos tesoritos más a flor de tierra, que por nuestro candor no hemos sido capaces de ver, con los que se puede hacer el gran negocio de la historia.

Nuevamente, como con el petróleo, la intención será otorgar a intereses privados, nacionales y extranjeros, los bienes que son patrimonio de la nación y que no pueden ser sujetos de enajenación. Con información algunas veces cierta, pero siempre presentada mañosamente, como la usada hace unos meses para justificar la bancarrota de PEMEX y presionar para que se aceptara la inversión extranjera en la exploración y explotación del petróleo mexicano, ahora alegarán que las remesas que envían los mexicanos que trabajan en los Estados Unidos y que constituyen un importante ingreso de divisas se reducirán, pero que ya tienen la mágica solución: el turismo.

Se escuchará que tenemos diseminado a lo largo y ancho del territorio nacional las playas más maravillosas del mundo, los lugares más increíbles; joyas arqueológicas envidiables, ciudades enigmáticas y otros atractivos más que solo están esperando ser explotados en insólitos negocios.

Efectivamente, hay países en los que el turismo constituye una fuente privilegiada de recursos, pero sucede así porque antes de abrir espontánea e ingenuamente sus puertas a los viajeros, han creado una política e infraestructura turística, que comprende los propósitos, lineamientos, normas, procedimientos e instrumentos para recibir a paseantes de modo profesional y con un alto sentido de nacionalismo, pues es innegable que su presencia, más allá del negocio que representan, repercute en la sociedad y en el medio ambiente.

Considerar al turismo solo en su dimensión económica implica graves consecuencias en la vida social, además de atentar contra los bienes nacionales culturales y el ecosistema. Ciertamente, el turismo es una importante fuente de ingresos, pero no puede serlo a cambio de despojar a los propietarios originarios de la tierra, de alterar irremediablemente el medio ambiente, de violar las leyes laborales e, inclusive, de discriminar a los turistas mexicanos. Un país que se abre improvisadamente y con candor al turismo acaba siendo sólo una cantina y/o un burdel internacional.

Por suerte hay quienes tienen claridad sobre las implicaciones de la llamada industria turística, como los trabajadores del Sindicato del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, los que han salido a la defensa del patrimonio de la nación mexicana al oponerse a la instalación de un espectáculo nocturno en las Pirámides de Teotihuacan, una de las zonas arqueológicas más importantes del país, pues aseguran que las obras para colocar las luces dañan las edificaciones de esa ciudad, erigida hace miles de años.

Su protesta ha sido atendida por la Comisión Permanente del Congreso Mexicano y por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El Instituto Nacional de Antropología e Historia, aval del asunto, debe suspender inmediatamente los trabajos para el montaje del negocio. La justificación de tan lamentable atentado, es que atraerá turismo. No puede ser así. Las instituciones del estado deben crear una sólida política turística y vigilarla celosamente y no solo improvisar en aras del dinero.

*FCPyS. UNAM

CASA DE LOS SONIDOS DE MÉXICO

Opinión

CASA DE LOS SONIDOS DE MÉXICO GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*


La identidad presupone ese sentimiento que un individuo experimenta de mismidad y a la vez de continuidad con su entorno. Se expresa en una actitud mental que le hace sentirse profunda e intensamente vivo y activo. Por esas razones, jefes de familia, lideres, caudillos y gobernantes, intuitiva o pensadamente, impulsan acciones que consiguen sentimientos identitarios. El Estado nacional debe tener dentro de sus políticas acciones sensibles encaminadas a descubrir ese carácter, que hace a un pueblo mantenerse profunda e intensamente vivo y activo, particularmente porque le hace sentirse a gusto, ya que descubre, comprende y se apropia de rasgos tanto de la cultura pasada como de la presente, lo que le aporta elementos para saber adonde va y adonde no.

Por eso, en las instituciones culturales y sociales se crean estrategias para que niños, jóvenes, adultos y viejos se sientan, se sepan y se digan nacionales; en nuestro caso, tengan conciencia de mexicanos. El Estado debe impulsar una política completa que afiance lo propio ante si y ante lo ajeno. No se trata de una actitud excluyente, pero si diferenciada; en una palabra identitaria, que implica una condición para que frente a la otredad la relación sea de respeto, acuerdo y trascendencia. Las políticas culturales deben tener ese doble propósito de lo propio y lo externo, pues ambas riquezas conforman lo humano.

Precisamente en este entorno social, cultural e ideológico, recientemente fue inaugurada la Fonoteca Nacional de México, que tiene encomendada la función de preservar la memoria sonora del país, justamente como parte del patrimonio histórico nacional, lo cual implica la organización, administración y promoción de voces, música y sonidos del país. Además de tan significativa tarea, que será invaluable recurso para los investigadores de esas áreas, la Fonoteca Nacional también se propone realizar actividades de difusión y divulgación destinadas a todos los públicos, pues busca que la sociedad mexicana halle en acervos sonoros parte del patrimonio cultural del país; patrimonio que había estado prácticamente olvidado y cuyo significado social, histórico y cultural es estratégico en tiempos como los actuales, en los que se busca borrar la identidad.

Por ello, además de facilitar la consulta de su acervo a los especialistas en la cultura sonora, difundirá tal riqueza al público en general a través de visitas guiadas a sus instalaciones, las cuales están ubicadas en la emblemática Casa de Alvarado, calle de Francisco Sosa del Barrio de Santa Catarina, en el centro de Coyoacan, muy conocida por haber sido residencia del escritor mexicano Octavio Paz (1914-1998), Premio Nobel de Literatura 1990. Al igual, la Fonoteca Nacional presentará conferencias de expertos sobre ecología acústica y paisaje sonoro; artistas, músicos y profesionales del sonido; así como audiciones musicales y exposiciones. Además, impartirá cursos y talleres para formar y capacitar a documentalistas sonoros, ahora casi inexistentes en México.

Organizada un tiempo muy corto por un grupo interdisciplinario de especialistas, la Fonoteca Nacional es depositaria legal de la herencia sonora de México, que resguarda ya en bóvedas técnicamente diseñadas, que antes de esta institución, estuvo en peligro de extinguirse. Ahora ya cuenta con un acervo de 246 mil documentos, que se ha integrado con piezas de coleccionistas particulares, instituciones públicas y privadas. Seguramente muchos otros más también le confiarán sus arcas.


*Profesor de la UNAM.

¿PENSIONISSSTE O PENSIOUNAM?

Opinión
Enfoque Sociológico
¿PENSIONISSSTE O PENSIOUNAM?
GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA*


La perversión de los funcionarios públicos mexicanos sigue impidiendo que aprecien y comprendan lo que sucede en otros países, en el campo de la seguridad social, por ejemplo en Argentina que recientemente ha puesto fin a la supremacía de las empresas administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones -creado en la década de los noventa por el entonces presidente Carlos Menen-, pues lo único que produjeron fue la degradación de cientos de miles de personas. El actual gobierno mexicano no aprende con las experiencias de otros o está tan sometido que no lo puede hacer, por lo que con obsesión insiste en la entrega a negocios particulares de los fondos de pensión que han aportado los trabajadores que, como sucedió, sucede y sucederá, no tiene mayor interés que el lucro desmedido.

No hay que olvidar que las reformas que en México permitieron ese retroceso en el bienestar personal y social de los trabajadores, promovidas por el ejecutivo federal, fueron posibles por la complicidad de las dirigencias sindicales y los legisladores, que en un escenario montado centraron la discusión en la crisis financiera y minimizaron las modificaciones sobre la atención y forma de cobertura de los riesgos, que son la razón y función propias de la seguridad social. La reforma implementada en el IMSS y el ISSSTE solo buscó sanear aparentemente las finanzas, por cierto no dañadas por los trabajadores, ni por los servicios que ellos recibían, sino por el manejo inmoral que hicieron funcionarios de los recursos que estaban bajo su responsabilidad. Por eso, esas reformas no atendieron las legítimas demandas sociales; de haberlo hecho hubieran podido promover un proyecto que preservara las llamadas prestaciones sociales de los trabajadores y también corregido la crisis financiera de los organismos. Debe quedar claro que la cobertura de los riesgos en realidad forma parte del pago a su trabajo, que es el generador de bienes y servicios y, por lo tanto, de riqueza.

Fue así como, a partir del año 2007, trabajadores de todo el país, emprendieron una lucha que se expresó formalmente en los 2 millones de amparos en contra de la llamada Nueva Ley del ISSSTE, movimiento ante el que la Suprema Corte de Justicia fue parcialmente sensible. Por eso, sobre la jubilación se determinó que cada trabajador debería elegir entre las nuevas opciones de jubilación, pero no se oyó la demanda de quedarse con la anterior forma. Hubo una consulta a cada asegurado, en la que solo 15 por ciento de los más de 2.5 millones de trabajadores al servicio del Estado respondió a la convocatoria para definir si aceptaban o no las cuentas individualizadas, y de estos, menos del 5 por ciento las firmó, o sea que un 85 por ciento no solo no eligió entre las opciones señaladas, sino que ni siquiera respondió.

En ese panorama adverso, hace unos días un significativo grupo de trabajadores académicos de la UNAM anunció que exige la constitución de un sistema de pensiones particular, obviamente fuera del Pensionissste, por lo que ha demandado al Consejo Universitario que convoque a la comunidad para crear con urgencia una propuesta en este sentido, a fin de obtener la entrega de los recursos que han cotizado. Así mismo, solicitarán que el Congreso de la Unión promueva una iniciativa de un sistema de pensiones que podría denominarse como Pensionunam, en vez del unánimemente rechazado Pensionissste. ¡En hora buena!!

*FCPyS. UNAM

ACCIDENTE O ATENTADO. LA INTERPRETACIÓN POPULAR Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA

Opinión

ACCIDENTE O ATENTADO. LA INTERPRETACIÓN POPULAR Enfoque Sociológico GUSTAVO DE LA VEGA SHIOTA


Resulta paradójico que frente al desarrollo científico y tecnológico contemporáneo, -ahora más que en otros tiempos- el poder fáctico busca persistentemente que la sociedad acepte su discurso en forma acrítica y como un simple acto de fe. Lejos de lograrlo la ciudadanía, apelando a su sentido común, duda y descalifica las verdades oficiales que demandan credibilidad. Por mayores recursos tecnológicos que se empleen y más melodramas de “expertos” se monten para imponer una idea, la opinión popular hace uso de su capacidad de juicio y sabiduría histórica para obtener sus propias conclusiones y construir su verdad, la que a pesar de no tener la posibilidad de verificación, si se configura como un pensamiento fehaciente y racional.

Así ha sucedido con el caso del avión que se siniestró en Las Lomas de Chapultepec de la ciudad de México a principios de este mes de noviembre y que causó mas de una docena de muertes de personas que sufrieron su impacto, en torno al cual se han divulgado desde discursos sentimentales que imploran compasión y credibilidad e inventan paladines, hasta las intituladas hipótesis de los peritos, que más que suposiciones son planteadas e insistentemente divulgadas como dogmas. Así, se impulsó inmediatamente el argumento de que no fue un acto violento planeado por el crimen organizado o por las mafias políticas, sino que simplemente fue un suceso involuntario que provocó daño. Bajo esa lógica, se debía inferir y además confiar, que no había más responsables que los que sin dolo causaron el hecho y también habían muerto.

En ese terso ambiente prefabricado, únicamente quedaba pendiente la tarea de configurar una respuesta técnicamente sofisticada que conmoviera y afligiera el ánimo de la gente y, además, generara una ganancia política, tan necesaria para un gobierno carente de legitimidad social, por lo que con presunción de eficiencia, fueron impulsadas algunas inexplicables anomalías. Lejos de ese deseo, cada día que pasa se fortalecen la duda y la incertidumbre y la sociedad va logrando construir una expresión clara del suceso y las posibles causas que lo detonaron, inclusive a partir de los propios dichos oficiales. La gente entiende que jamás podrá comprobar facticamente sus conjeturas sobre el percance, pero que sí conseguirá comprenderlo y valorarlo en el contexto político y económico del país, con lo cual el discurso oficial y los comunicadores comparsas nuevamente quedarán exhibidos. Estos últimos como mercenarios de la información.

Hoy, cualquiera que sea la causal del infortunio, han quedado evidenciadas múltiples irregularidades e irresponsabilidades de mayor importancia que el suceso mismo, como lo son la inadvertencia o tolerancia de fallas mecánicas en la nave (según lo reporta la Administración Federal de Aviación de los EUA); o las irregularidades administrativas, como la indebida licitación a empresas privadas sobre el mantenimiento de aeronaves para uso de funcionarios altos y medios del Estado; o las deficiencias en el proceso de aprobación y certificación de los pilotos que las conducen o, también, la exclusión del personal militar en asuntos que son catalogados como de seguridad nacional.

Finalmente, la ciudadanía concluye que las políticas, procedimientos y recursos de la clase gobernante están dominados por la corrupción, la ineptitud y el ansia privatizadora; que en las prácticas públicas prevalece la ilegalidad y la inmoralidad y está ausente la responsabilidad institucional de los órganos del Estado, que lo más que saben es formular votos y tener fe. Y una enseñanza histórica: quienes han impulsado con especial ahínco la privatización de todos los bienes nacionales y se han beneficiado desproporcionadamente con operaciones legaloides de esa índole, han debido sufrir en carne propia las consecuencias de una necedad irracional.